miércoles, 28 de noviembre de 2012

Influencia de la literatura griega en Harry Potter


Es indudable la influencia de la mitología griega en una obra maestra de nuestros tiempos: la grandiosa saga de Harry Potter. Hayamos seguido de cerca o no la historia del pequeño mago, todos hemos oído hablar alguna vez de "el niño que sobrevivió", y todos conocemos "al que no debe ser nombrado". Una saga como esta tenía que estar por supuesto repleta de seres sobrenaturales, ya sean buenos o malvados, pues es un relato lleno de magia. Pero lo cierto es, que muchos de estos seres no son nuevos; aquel que sepa algo de mitología en seguida se habrá dado cuenta de cómo JK. Rowling pone al  mago a luchar contra enemigos que nos resultan ya muy familiares, y de los cuales muchos provienen de una mitología muy conocida: La mitología griega. Y así advertimos que Fluffy, el basilisco y las sirenas, entre otros seres, eran también una amenaza para los antiguos griegos.




Fluffy: Perro de tres cabezas que aparece en "Harry Potter y la Piedra Filosofal" (primera película de la saga), guardando este mismo obsequio. Fue criado por Hagrid, el guarda bosques del colegio Howarts, el cual asegura que se lo compró a un griego. En la película, Harry y sus amigos consiguen dormirlo tocando música con un arpa (ya sabemos que "la música amansa a las fieras"), y a continuación entran en la trampilla que este custodiaba.
En la mitología griega, Cerbero es un perro de tres cabezas que guarda las puertas del Hades. Varios héroes han conseguido burlarlo. Uno de ellos fue Orfeo, quien lo durmió gracias a su habilidad musical.

 Basilisco: Serpiente gigante que acecha Howarts en "Harry Potter y la Cámara Secreta" (segunda película de la saga), petrificando y asesinando a los habitantes del colegio. En la película se dice que el primer basilisco fue criado por Herpo el Loco, un mago de Grecia que hablaba pársel (lenguaje de las serpientes). Hermione encuentra en un libro de la biblioteca la siguiente información, que describe a este animal:

«De las muchas bestias pavorosas y monstruos terribles que vagan por nuestra tierra, no hay ninguna más sorprendente ni más letal que el basilisco, conocido como el rey de las serpientes. Esta serpiente, que puede alcanzar un tamaño gigantesco y cuya vida dura varios siglos, nace de un huevo de gallina empollado por un sapo. Sus métodos de matar son de lo más extraordinario, pues además de sus colmillos mortalmente venenosos, el basilisco mata con la mirada, y todos cuantos fijaren su vista en el brillo de sus ojos han de sufrir instantánea muerte. Las arañas huyen del basilisco, pues es éste su mortal enemigo, y el basilisco huye sólo del canto del gallo, que para él es mortal.»
Puede ser controlado por quien hable pársel, pero depende de la relación que tenga con el hablante, pues a Harry no hacía caso, mientras que obedecía a Tom Ryddle. Algunos personajes de la película quedan petrificados en lugar de muertos, pues miraron al basilisco a través de cámaras, gafas, espejos, etc.

En la mitología griega, el basilisco es descrito como una pequeña serpiente que puede matar con la mirada, considerado rey de las serpientes. Sus características han variado a lo largo de los años. En el siglo VIII, era considerado una serpiente dotada de una cresta con forma de corona o mitra en su cabeza, siendo el animal en sí de tamaño variado.  Nacía de un huevo de serpiente o sapo empollado por una gallina, lo opuesto al cocatriz, que según se decía nacía de un huevo de gallina empollado por un sapo. Más tarde, sin embargo, los rasgos de ambas criaturas comenzaron a ser indistinguibles.







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